martes, 5 de junio de 2007

La utilidad de la culpa

¿Tiene utilidad la CULPA? ¿Sirve verdaderamente para algo?
¿Nos sentimos mejores si nos culpamos cuando hemos hecho mal? ¿Acaso nos creemos mejores personas, o "personas buenas" cuando nos castigamos por haber cometido un error?

¿Acaso hay alguna correlación real entre "ser buena persona" y la dureza y la crueldad con que uno mismo se castigue a si mismo cuando comete un error?


Se supone que la "culpa" sirve para que aprendamos de nuestros errores y no los repitamos más...pero si eso fuera así, si la culpabilidad cumpliera a rajatabla con su función, y aprendiéramos de todos nuestros errores...llegaría un momento en el que la propia "culpa" dejaría de ser útil. ¿qué pasaría entonces?

La culpabilidad es un monstruo, un virus mental que se nos inocula desde pequeños a través de la cultura, por aprendizaje vicario o por pura demagogia, como supuesto "valor moral"...¿qué supuesto "valor" tiene la culpabilidad?

La culpabilidad es un monstruo que se retroalimenta a si mismo, un virus mental, que, a pesar de deber su existencia al cometido de aprender de nuestros errores, no quiere realmente q ese cometido se haga realidad, porque dejaría de existir. En lugar de eso, se convierte en una excusa para autocastigarnos con la mayor crueldad posible, justificándonos con la excusa de un perfeccionismo q no hace otra cosa q ocultar un problema de aceptación personal.

¿No será el propio "perfeccionismo" un sintoma crónico de nuestra incapacidad de aceptarnos a nosotros mismos tal como somos? ¿Qué lugar ocuparía entonces la culpabilidad en esta incapacidad? ¿sería un cerebro estratega capaz de buscar las mejores formas para torturarnos y flagelarnos al menor error, provocándonos un castigo mucho más grave que el error cometido? ¿o sería simplemente un mero sicario, un matón capaz de acabar con nuestra autoestima a golpe de autocrítica mordaz, cruel y exagerada?

El perfeccionismo se nos ha inculcado como un valor positivo, en una sociedad cada vez más competitiva, en la que también se nos inculca que "o eres perfecto, o te pisan".

Yo propongo ver dicho perfeccionismo desde una nueva óptica, no solo compatible, sino complementaria de la tradicional, a modo de "reverso oscuro del perfeccionismo", o simplemente como "efecto secundario". Y es que, cuando no es generado por un problema de autoaceptación, que es lo más común, la prevalencia en el tiempo de los rasgos que definen el perfeccionismo, generan en quien los presenta, una discapacidad psíquica: la incapacidad de verse a si mismo tal como es en realidad, y aceptarse tal como es.

¿Hasta qué punto es positivo ser luchador, y aspirar a más, a mejorar? ¿Hasta qué punto es conveniente aspirar y luchar por ser alguien mejor si se corre el riesgo de que llegue el momento en que esa lucha sea por ser un alguien que no soy, y que quiera ser mejor simplemente por que no me acepto a mi mismo?