lunes, 14 de junio de 2010

Mujeres con el ego inflamado/enfermo

Los rasgos que distinguen a una mujer con perfil de ego inflamado/enfermo son los siguientes:

1) Hace una continua exigencia de sus derechos que va mucho más allá del ejercicio de una sana asertividad, para convertirse en un ejercicio de despotismo y tiranía, adjudicándose derechos que no le corresponden.
2) No respeta el ejercicio de asertividad de las otras personas, especialmente cuando esas personas le dicen que no y se niegan a su propuesta, cualquiera que esta sea, y esto va unido a su escasa o nula tolerancia a la frustración, por lo que, ante una negativa de otra persona en un sano y maduro ejercicio de asertividad y de dignidad (sobre todo cuando esa otra persona le dice a este tipo de mujeres que no a una propuesta que va en contra de sus propios intereses), enseguida estalla en ira, ya que está acostumbrada a salirse siempre con la suya así. La vida le ha enseñado que independientemente de la situación, lo único que tiene que cambiar es la intensidad del enfado y de los gestos de ira que muestra para salirse con la suya, sin importarle en lo más mínimo los sentimientos de los demás.
3) Es una persona que va más allá del egoísmo sano y se asienta en un egocentrismo mezquino, en el cual esa persona se cree merecedora de todas las atenciones, cariño, afecto y regalos por parte de los demás, los exige y los da por hecho sin apenas agradecerlos. Pero en ningún momento se siente en la obligación de corresponder a esas atenciones si realmente siente algo hacia la persona que la trata como una reina. Se excusan con pretextos tan absurdos como que “no me entrego fácilmente a cualquiera”, “la gente dice que soy rara, fría y reservada, pero eso es porque ningún hombre me ha enamorado todavía”, cuando realmente ese tipo de mujer no tiene corazón salvo para su “ideal”, si es que algún día llegan a salir con ese hombre ideal, o para su familia, si acaso.
4) Es una persona capaz de estar en pareja solo para que le rindan culto y devoción, pero sin que sienta nada hacia la persona que le rinde culto, mientras busca otros/as pretendientes que le gusten más y espera hasta que surja alguien que pueda ser más acorde con sus intereses y el “ideal” que busca. En el momento en que encuentra a esa persona, deja a la otra persona con la que estaba sin darle ninguna razón ni explicación.
5) Va de “fashion” y de “divina de la muerte” por la vida. Si hace un viaje al extranjero, presume de que ha dado varias veces la vuelta al mundo. Todo lo que hace, vive o tiene es mejor que lo que hacen, viven y tienen los demás. Sus virtudes son las verdaderas, su verdad es la verdadera, y las verdades de los demás son falsas, las virtudes de los demás son falsas. Menosprecian las virtudes, pertenencias, experiencias, etc., de los demás. Pretenden compensar con exageraciones, presunción de lujos materiales muchas veces exagerados, arrogancia y prepotencia su falta de aceptación de sí misma, su falta de seguridad, autoestima y sus complejos de inferioridad.
6) Exigen continuamente ser el foco de atención y mantener el protagonismo; si se le niega, es capaz de emplear la crítica bien directa o bien traicionera, por detrás, para arruinarle el momento de protagonismo a la otra persona.
7) A pesar de que menosprecia las virtudes de los demás, es capaz de alabar y adular a otra persona cuando quiere obtener algo a cambio, por puro y mezquino interés. Tiene una pequeña deferencia o atención con una persona y le dice que ese tipo de atenciones no la tiene con cualquiera, que espera que lo tenga en cuenta, y que desea que se conozcan un poco más, para que la otra persona se sienta en deuda con ella y sea capaz de acceder a cualquier cosa con tal de satisfacer a la otra persona. Si la persona con quien tiene esa atención es asertiva y le explica que no va a acceder a ninguna petición - porque es libre de ejercer su derecho a decir que no, especialmente cuando no ha pedido ningún favor, deferencia o trato preferencial, y más cuando le explica que dicho “trato preferencial” es solo un gesto ambiguo y no un favor personal y una muestra de interés personal – esa persona se desenmascara a sí misma deshaciéndose en muestras de ira y desprecio cuando minutos antes tenía untada en miel su lengua viperina.
8) Va de madura por la vida, tratando a los demás como personas inmaduras a su lado, pero sus actos desvelan poderosas y evidentes incongruencias con sus palabras.
9) Es capaz de ser infiel, de pensamiento y acto, pero exige fidelidad, culto y devoción de su pareja, aunque no le quiera y sea capaz de irse con el primer hombre que aparezca en su vida y que le ofrezca más que el que tiene, pero se siente ofendida si su pareja mira a otra mujer o habla con ella.

Este es el tipo de perfil por el que hasta ahora me había sentido especialmente "enganchado", el tipo de mujeres que me atraía, de entre todas las mujeres que conocía solo me fijaba en ellas, me enamoraba de ellas y me lanzaba con ellas a pedirles un baile, a pedirles que salieran conmigo, y fueron las que generaron mi miedo al rechazo. Paula Arias, Arminda, María...son solo una muestra de mujeres con este perfil. Creo que es absurdo echarle la culpa solo a ellas, puesto que el fallo ha estado en mí, en fijarme en ellas y no en otras mujeres. Por eso, y por que es absurdo hacer siempre lo mismo y pretender que el resultado sea diferente, comparto este pequeño guiño de intimidad con el mundo, con cualquier persona que por azares de la vida dé con este blog y lo lea, en un intento de hacer algo diferente, de cambiar el guión de mi vida y dejar de engancharme con esta clase de mujeres como quien está enganchado a una droga. A partir de este día, empieza mi terapia de desintoxicación.